domingo, 4 de abril de 2010

¡¿Cómo se puede ser tan malvado?!

La envidia, los celos o pura maldad. El acoso escolar, las vejaciones...eso fue lo que sufrió Cristina durante todo su periodo de estudios, hasta llegar a la universidad. Después de leer este caso, recuerdo las palabras pronunciadas por Eduardo Punset en la última entrevista que le vi en el programa del irrepetible Buenafuente, cuando éste le preguntó si era cierto que las personas nacíamos buenas y la vida nos iba transformando, y este respondió: hay gente que nace buena y gente que no, así que no son los años los que nos añaden maldad. Puedes nacer bueno y enfermar del alma, terminando siendo un ser vil y rastrero, y también regenerarte si naciste en el lado oscuro, de todas modos, todos hemos conocido a quienes disfrutan haciendo daño o a alguien que ha conocido a estos engendros de la naturaleza. Es evidente que a muchos se nos hace incomprensible ciertos actos y actuaciones de algunos mal llamados seres humanos, y para muestra este artículo publicado hoy en El Pais, que quiero denunciar desde aquí con la máxima contundencia.
http://www.elpais.com/articulo/reportajes/calvario/Cristina/elpepusoc/20100404elpdmgrep_5/Tes

1 comentario:

  1. La envidia es muy mala... y el miedo a lo desconocido, a lo diferente... No quiero ser pesimista, pero siempre ha sido así, y será muy difícil cambiarlo. Todos hemos sufrido discriminaciones, vejaciones, insultos, malas miradas, en más o menos grado. Cuando eres adolescente eso es muy duro, porque se está formando tu personalidad y eres muy vulnerable. Pero cuando eres mayor, aprendes a mirar a los intolerantes por encima del hombro... y con una media sonrisa piensas "Allá ellos". Ya lo decía aquella canción de Alaska, "¿A quién le importa..?".

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